EUROPA
PRESS
1
septiembre 2022
¿La luz azul de los dispositivos puede
acelerar el proceso de envejecimiento?
El uso excesivo de pantallas se ha relacionado con la
obesidad y los problemas psicológicos y ahora un nuevo estudio en moscas de la
fruta sugiere que las funciones celulares básicas podrían verse afectadas por
la luz azul emitida por estos dispositivos, según publican los investigadores
en la revista 'Frontiers in Aging'.
"La exposición excesiva a la luz azul de los
dispositivos cotidianos, como televisores, ordenadores portátiles y teléfonos,
puede tener efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro
cuerpo, desde las células de la piel y de la grasa hasta las neuronas
sensoriales", afirma la doctora Jadwiga Giebultowicz, profesora del Departamento de Biología
Integrativa de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos) y autora
principal de este estudio.
"Somos los primeros en demostrar que los niveles de
metabolitos específicos (sustancias químicas esenciales para el correcto
funcionamiento de las células) se alteran en las moscas de la fruta expuestas a
la luz azul --asegura--. Nuestro estudio sugiere que evitar la exposición
excesiva a la luz azul puede ser una buena estrategia antienvejecimiento".
Los investigadores de la Universidad Estatal de Oregón ya
han demostrado anteriormente que las moscas de la fruta expuestas a la luz
"encienden" los genes protectores del estrés, y que las que se
mantienen en una oscuridad constante vivían más tiempo.
"Para entender por qué la luz azul de alta energía es
responsable de acelerar el envejecimiento en las moscas de la fruta, comparamos
los niveles de metabolitos en las moscas expuestas a la luz azul durante dos
semanas con las mantenidas en completa oscuridad", explica Giebultowicz.
La exposición a la luz azul provocó diferencias
significativas en los niveles de metabolitos medidos por los investigadores en
las células de las cabezas de las moscas. En concreto, descubrieron que los
niveles del metabolito succinato aumentaban, pero los de glutamato disminuían.
"El succinato es esencial para producir el combustible
para la función y el crecimiento de cada célula. Los niveles elevados de
succinato tras la exposición a la luz azul pueden compararse con la gasolina
que hay en el surtidor pero que no entra en el coche --explica Giebultowicz--. Otro descubrimiento preocupante fue que las
moléculas responsables de la comunicación entre las neuronas, como el
glutamato, están en el nivel más bajo después de la exposición a la luz
azul".
Los cambios registrados por los investigadores sugieren que
las células están operando a un nivel subóptimo, y esto puede causar su muerte
prematura, y además, explicar sus hallazgos anteriores de que la luz azul
acelera el envejecimiento.
"Los LED se han convertido en la principal iluminación
de pantallas como las de los teléfonos, los ordenadores de sobremesa y los
televisores, así como de la iluminación ambiental, por lo que los seres humanos
de las sociedades avanzadas están expuestos a la luz azul a través de la
iluminación LED durante la mayor parte de sus horas de vigilia. Las sustancias
químicas de señalización en las células de las moscas y de los humanos son las
mismas, por lo que existe la posibilidad de que la luz azul tenga efectos
negativos en los humanos", explica Giebultowicz.
En futuros trabajos se espera estudiar los efectos
directamente en las células humanas. "Utilizamos una luz azul bastante
intensa en las moscas; los humanos están expuestos a una luz menos intensa, por
lo que el daño celular puede ser menos dramático", precisa.
Los resultados de este estudio sugieren que son necesarias
futuras investigaciones con células humanas para establecer hasta qué punto
éstas pueden mostrar cambios similares en los metabolitos implicados en la producción de energía en respuesta a una exposición excesiva
a la luz azul", concluye Giebultowicz.